domingo, 1 de febrero de 2009

Para analizar...

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Si entendemos esta pregunta el hecho de que el estudiante pueda evidenciar el aprendizaje en base a respuestas de preguntas a priori , basadas en un tema específico y presionando al estudiante a tener que contestar sobre un punto específico, dejando de lado incluso algunos otros conocimientos adquiridos bien ya sea por que fueron parte de un contenido programático o bien porque los obtuvo en base a experiencias vividas como parte de prácticas o actividades no consideradas en la planeación, no comparto la idea de que tal conocimiento pueda ser evaluado y sopesado por preguntas derivadas de algún o algunos temas.
El aprendizaje, - como vimos- va mucho mas allá, se refiere a una telaraña cuyo entramado se compone de conocimientos previos, de la disposición y las experiencias y formas de vida particulares del individuo, de los contenidos programaticos que habrán de analizarse (por supuesto), de la forma de ver la vida del aprendiz y su interacción con el medio ambiente al que finalmente habrá de entregar esos conocimientos, de la forma en que el estudiante sea conducido a través del proceso enseñanza aprendizaje (que en mi opinión a veces ese proceso suele tener cambios y en veces la mezcla no es tan equilibrada en cuanto a que si le damos números, estos sean 50% enseñanza y 50% aprendizaje, sino que muchas veces es mas aprendizaje – aprendizaje en cuanto a que el maestro aprende tal vez en la misma cuantía que el estudiante).
Es por esa razón que comparto la idea de dar al maestro su justo lugar en cuanto a que éste es un mediador del aprendizaje, es quien facilita el proceso a través de dotar al aprendiz de diversos medios (que no únicos) para que sea el estudiante promotor y dueño de su propio aprendizaje. El maestro debe inducir y provocar los ambientes necesarios para que el alumno se interese a través de evocar conocimientos previos sobre algún tema y llevando al estudiante a solucionar problemas reales y concretos.
Entendiendo como la solución de un problema al hecho de erradicarlo o modificarlo de tal manera que incida en los efectos y resultados, y esto solo puede conseguirse si se es capáz, si se pone en práctica tanto conocimientos, como habilidades y estrategias que el estudiante debe implementar mezclando lo que ya sabía y lo que aprendió.

APRENDIZAJE POR COMPETENCIAS

Atendiendo a la competencia como: un desempeño eficaz y eficiente en el que se ponen en práctica conocimientos, habilidades mentales y motoras, procedimientos, valores, actitudes y sentimientos; se hace necesario revisar las distintas formas de aprender, entendiendo desde mi punto de vista que el aprendizaje no debe confundirse con esos conocimientos fugaces y superfluos en los que muchas veces sustentamos una buena nota pero a expensas de una buena desvelada de memorización o de ‘repasar’ hasta el cansancio los mismos ejercicios hasta memorizar los pasos. Así pues, considero que para que el conocimiento pueda ser útil en el desempeño de los individuos durante su vida e incluso permitir el traspaso de sus propios saberes, éste debe ser de tipo significativo donde se involucren aspectos que el aprendiz recoge de su medio ambiente social producto de la interacción con sus semejantes, además de los conocimientos adquiridos mediante las teorías, hipótesis, y en general esa explosión del engranaje que es el conocimiento. Esto es, una mezcla del aprendizaje Socio constructivista y del aprendizaje significativo

sábado, 10 de enero de 2009

EL ENTORNO

EL ENTORNO


En la investigación realizada se cuenta con un grupo de 32 alumnos de V semestre de la especialidad de Automotriz en el conalep plantel 169 de Tepic, Nayarit.
Las familias de este grupo viven en su mayoría en la ciudad con todos los problemas y ambiente que conlleva la vida de la zona urbana.
De los cuales el desempleo o bien los empleos mal remunerados así como la contaminación del medio ambiente, y un alto índice de reprobación (en materias de tronco común) son la característica principal de la investigación.
Como sucede siempre, los ambientes bajo los cuales nos desarrollamos y crecemos son generalmente los que colaboran a la adquisición de valores, conductas, actitudes y las formas de vida que habremos de adoptar en el futuro.
Así, en la investigación realizada, se puede apreciar que de continuar la vida bajo un ambiente de destrucción y falta de respeto por el medio ambiente puede generar una cultura de maltrato e indiferencia hacia el medio ambiente.
Por otro lado, en cuanto al índice de reprobación y por consiguiente motivo de deserción escolar es importante comentar que la reprobación de materias se da en aquellas que no corresponden a la currícula de la especialidad (automotriz), pues en las otras asignaturas sorpresivamente llevan buenas calificaciones. Analizando mas a fondo esta situación a través de una entrevista personal con casi la mitad de ellos (en general los que padecen de materias reprobadas), se puede concluir que la mayoría de ellos trabajan en algún taller mecánico para ayudarse en sus estudios y para adquirir o afianzar los conocimientos adquiridos en la escuela. Por consiguiente consideran poco importante las materias cuyo contenido a su forma de ver las cosas, no les aporta nada interesante ni nuevo al no contener información relacionada con su especialidad y por tanto no consideran que les pueda servir para la vida.
Esto puede repercutir negativamente en su formación profesional pues al egresar carecen de los conocimientos mínimos necesarios para continuar una carrera profesional o bien se encuentran indefensos para operar nueva tecnología en sus centros de trabajo.
Al respecto de este problema es posible buscar la integración del alumno con las materias básicas buscando que los contenidos programáticos tengan relación con el ambiente de trabajo del alumno. Es decir que las clase de matemáticas por ejemplo incluyan en la práctica ejercicios que conlleven a la solución de problemas reales en los que los alumnos pueden resolver en sus talleres de práctica o bien en sus lugares de trabajo. De esta manera se propicia un interés por lo que estudia.
Por otro lado la promoción de valores en las sesiones de clase es muy importante para que el alumno aprecie al medio ambiente y en un ámbito de respeto pueda dirigirse hacia los demás.
Es importante también que el alumno busque y amplíe por cuenta propia su conocimiento sobre los valores y la importancia en las relaciones interpersonales, de igual manera es importante que el alumno se involucre de manera personal a través de una investigación que él realice sobre la interacción de las materias de tronco básico que cursa y su relación con la especialidad que estudia.
Es importante cuidar que todo lo que se proponga al respecto debe estar de acuerdo a las formas de vida y de comunicarse de los jóvenes para que puedan entender esto como una propuesta dirigida a ellos y sobre todo que sea funcional, esto es que la implementación de tales propuestas resulten atractivas al adolescente abordando problemas y necesidades típicas de su edad.

Es importante recordar la participación de quienes colaboraron con la idea, el informe, el punto de vista e incluso la negativa para desarrollar este trabajo, el cual marca solo el inicio de una propuesta que intenta mejorar la problemática descrita líneas
arriba. Gracias a todos.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Entre la docencia y mi profesión, mi confrontación con la docencia

TARZAN. El primer día como maestro

¿Desde cuándo soy maestro?, me he preguntado muchas veces en la soledad de mis adentros. “Creo que desde siempre”, es la respuesta que escucho retumbar en mi cabeza salida de no se donde, pero supongo que es de donde salen los pensamientos. Solo ahora que es necesario escribirlo, podré enfrentar mi propia respuesta sin que quede solo desvanecida en lo abstracto de los pensamientos.

Soy arquitecto, terminé mi carrera desde 1995, después de diecisiete años y medio de estudios ininterrumpidos.
Soy arquitecto porque siempre me atrajo el diseño. Aún recuerdo como me quedaba absorto mirando los grandes ventanales o las extrañas jardineras de cualquier edifico mientras un silbido o un grito de quienes me acompañaban me hacían volver a la realidad desde la acera de enfrente, en medio de carros pasando indiferentes a gran velocidad. Siempre me atrajo resolver problemas de vialidad, por eso de niño solía esparcir por todos lados el viaje de arena que serviría para la construcción de nuestra casa, inventando caminos o autopistas de tal forma que lucieran perfectas junto a impresionantes edificios con diseños innovadores. Y por más que mis juegos infantiles empezaran de un modo, siempre terminaba revolcado entre el montón de arena. Por eso estudié arquitectura en mi ciudad natal: Tepic, la capital de Nayarit.

Soy arquitecto y me gusta mi profesión, la disfruto, hoy ya no paso el tiempo arriba de un montón de arena, suelo hacerlo frente a mi computadora cuando hay algún proyecto pendiente por entregar. Sin embargo aun siendo una profesión apasionante, hay otra actividad que arrebata mi tiempo, y que la siento tan mía que no puedo encontrar el punto exacto en que se me pegó para permanecer ahí. No la ubico solo en mis juegos de niño, sino todo el tiempo. Cuando había una duda siempre estaba José Luis para intentar explicar a mis sobrinos, a mis hermanos o compañeros de clase lo que fuera. Me atraía explicar ‘las cuentas’ de matemáticas y era como buscar con la mirada algún rostro con cara de mortificación para hacerme presente o agudizar el oído para ir hasta donde se hubiera escuchado ‘ no le entiendo a esto’. Como participante de un equipo siempre me acomedía a ser yo quien expusiera frente al grupo o bien jugar en casa con mis sobrinos a que yo era el maestro. Era fascinante.

Una ocasión, siendo estudiante de arquitectura de 6° semestre al finalizar la exposición de un proyecto arquitectónico, me dijo un profesor “Tú vas que corres para maestro” – Y me ofendí. Por lo menos ante la vista de mis compañeros era obligado haberme ofendido. Era como un reproche interno de hacerme sentir equivocado en mis estudios pues en esa etapa todos vislumbrábamos la oportunidad de un buen empleo como diseñadores o residentes de obra o algo así. Por eso me ofendí. Ahora comprendo que fue actuado, pues en el fondo no me causó ninguna sorpresa, es más, en el fondo admiré la apreciación de mi profesor.

Al concluir mi carrera, me integré en cosa de días a trabajar en una empresa constructora y paralelamente trabajaba como contratista independiente para el INFONAVIT, sentía que estaba triunfando. A los meses, recibí la llamada de una hermana que trabajaba como administrativa en una preparatoria: -“¿Oye, no te interesa dar clases?” – me preguntó. No recuerdo que mas dije, la única palabra que conservo es un SI!. Ese mismo día y en dos horas estaba recibiendo mi programa de estudios. Iba a dar COMPUTACION, de la cual solo sabía un poco más allá de encender la computadora.
Ese día se quitó la máscara el MAESTRO JOSÉ LUIS, no puedo decir que nació, porque ahora creo que nací siendo maestro, solo que ese día me presenté ante la sociedad. Ese día me pasó lo que a todos: temblor, sudor, tartamudeos, etc, detalles que omito porque no necesito explicarlos, todos los tenemos. Solo voy a agregar que comparativamente me sentía como TARZÁN, el rey de los monos con todos los cubiertos y un trozo de carne esperando ser devorada frente a mí. Nunca imaginé que después de casi 13 años aún esté aprendiendo a usar los cubiertos.

A partir de entonces me repetía rebosante en el trayecto a casa o a mis otros empleos: “¡ Soy maestro!, ¡Soy Maestro!” era un orgullo ser maestro. Dediqué a partir de entonces la mayor parte de mi tiempo, incluidas mis horas de sueño a preparar mis clases de una asignatura de la que desconocía todo. Tomé cursos de computación, hice todo lo que estuvo a mi alcance. Mis alumnos nunca supieron que lo que acababa de explicar con tanta seguridad en la clase lo había aprendido apenas hacía unas horas.
En cuanto pude cambié a la asignatura de matemáticas.

Ser el maestro José Luis me hace sentir grande, importante, respetado, por eso estoy orgulloso de mi profesión de maestro. Ser el maestro José Luis no es fácil, porque tengo que serlo todo el tiempo aún estando en la calle o de vacaciones. El maestro José Luis no dice groserías o palabras altisonantes, no fuma, no toma, es el ejemplo a seguir para muchos de sus estudiantes. El maestro José Luis, como los demás maestros, inevitablemente además de impartir su asignatura, también imparte valores, por eso debe practicarlos. Ser el arquitecto José Luis, es lo mas sencillo del mundo, su ‘interlocutor’ no critica, ni pregunta ni nada, solo trabaja. Es una computadora.

Siempre he sentido que en el instante mismo en que nos presentamos ante un nuevo grupo, adquirimos la enorme responsabilidad de lo que los estudiantes llevarán consigo al final del curso, que igual podemos coadyuvar a formar un individuo competente o un ‘papanatas’. Y no es tan fácil decir “es su problema” porque en el fondo “su problema” somos todos los maestros que han pasado por su vida. Y lo vergonzoso es que yo me acabe de incluir en el atado.

Siempre he creído en el gran respeto y admiración que merece un maestro, del nivel que sea. Yo, nací formalmente como maestro en el nivel medio superior, aunque algunas veces he trabajado para el nivel superior. ¿Cuántas veces no hemos escuchado decir en la calle? o incluso nosotros mismos lo hacemos: “La adolescencia es la etapa mas bonita” Y en esas añoranzas van las anécdotas sentimentales, familiares, de amigos y por supuesto la escuela! Por eso estoy convencido que ser maestro del nivel Medio Superior es la tarea mas importante y delicada. No solo se es maestro de una asignatura como ya lo señalé, sino que es importante tener presente que tenemos ante nosotros a un ser humano en etapa de formación académica y en busca de una identidad y valores como persona, - porque digo- Los valores son como los dientes de leche, a cierta edad te das cuenta que hay algunas cosas que no encuentras convincentes y las dejas, como los valores religiosos por ejemplo, y vas dejándolos y adoptando tus propios valores. Ser maestro del nivel medio superior implica adoptar la responsabilidad de un trabajo integral, eres maestro, pero también formador y forjador, y desempeñas muchos roles más al mismo tiempo.
Ser docente del nivel Medio Superior ha significado eso y mas, ha demandado un gran esfuerzo para estar a la altura de las expectativas de estudiantes que se preocupan y cuestionan sobre la relación directa entre los conocimientos aprendidos y su aplicación en la vida real. De una generación que parece no estar dispuesta a aceptar como antaño, las predicaciones del maestro como postulados. Y ahí es donde puedo advertir una de mis insatisfacciones. Muchas veces el diseño del programa académico pareciera encerrarse en buenos contenidos pero “solo para disfrutar dentro del aula” pero deja desarmado al estudiante cuando tiene que enfrentarse a la vida real o incluso para aplicar esos conocimientos en estudios posteriores. El maestro se ve presionado por concluir un contenido que no contiene aplicaciones, que no se detiene ni contempla el hecho de que es necesario encauzar tales contenidos para la solución de problemas. Y esto es aplicable a todas las asignaturas. La estructura y métodos de evaluación fomentan caer en el eterno ensimismamiento de evaluar conocimientos con el clásico examen donde un excelente estudiante puede reprobar olímpicamente solo por estar nervioso o no haber preparado un examen.
Otro problema recurrente que advierto es que generalmente los contenidos programáticos quedan inconclusos. Solemos echar la culpa a lo lento del avance gracias a que ‘los estudiantes que me tocaron no sabían nada de los cursos anteriores’ – A mi me ha pasado, pero creo que entre que los estudiantes lleguen con bajo nivel o que el programa sea extenso, debemos implementar estrategias para solventar el problema hasta donde sea posible.
Por otro lado existe muy frecuentemente la situación de tener grupos muy saturados que inciden en una insuficiente atención por falta del maestro. Esa suele ser la razón para que yo al final del curso me quede con un mal sabor de boca. En uno de mis empleos, la situación es tan precaria en asuntos de demanda que se tienen grupos hasta de NOVENTA! Esto es inconcebible! Entonces me pregunto: ¿Hasta donde un maestro puede implementar estrategias y hasta donde el cargo de conciencia de un mal resultado puede afectarte como maestro?. Ante semejante desventaja haces lo mejor que puedes por realizar tu trabajo pero es lamentable que inicies el curso desmotivado porque puedes visualizar que la corriente es demasiado grande para ir en contra.

Esto es solo una parte de reflexión que el maestro José Luis puede hacerse sobre su labor docente. Y queda para el final la pregunta: ¿Y la arquitectura? La arquitectura sigue siendo una profesión que me apasiona, sin embargo he dejado que mi vocación hable por mí y a la fecha la mayor cantidad del tiempo lo dedico a la docencia. Ejerzo la arquitectura de manera muy limitada en diseños o cálculos estructurales. Después de todo también ayudo a construir conocimientos y remodelaciones estructurales en la formación personal de mis estudiantes.

Mi aventura de ser docente

MI AVENTURA DE SER DOCENTE

Desde que era estudiante siempre quería ser yo quien expusiera, me atraía el hecho de explicar algún tema a mis compañeros cuando al salir el maestro decían tenr dudas. Pienso que siempre estuvo en mi la idea de ser maestro, me atraía hacerlo pero buscando una manera diferente.

Cuando por fin se me presenta la oportunidad de ser maestro en 1995, yo traía un cúmulo de ideas que no lograba aterrizar en estrategias claras, sin embargo la esencia era que mis alumnos aprendieran de una manera diferente a como yo aprendí, ahora entiendo que lo que buscaba era el aprendizaje significativo.

Sabía que era lo que quería lograr pero no sabía como hacerlo. Así que fui perfeccionando mi labor conforme fui viendo mis propios errores, entendí que no debía ser tan solemne, ni tan inflexible, mas bien lograr un estado de equilibrio.
Me fui dando cuenta de cuan enorme era mi responsabilidad ante mis estudiantes, entendí que debía relajar mas mi trabajo y valorar a mis estudiantes como seres humanos pero con ese toque de responsabilidad que nunca debe perderse.
He cambiado mi actitud como maestro lo reconozco, sin embargo algo que ha permanecido inmutable es el hecho de adquirir su persona cada vez que estoy frente a mis alumnos, es decir, ponerme en su lugar y tener presente su edad, nivel social, académico, etc, para permitirme el flujo de ideas y palabras precisas en la explicación de mis temas. Trato de explicar para que yo, en papel de adolescente pudiera entenderlo.
Ahora conozco un poco de los estilos de aprendizaje, de la forma en como asimilamos el conocimiento, etc, y se que esto que he hecho desde hace tiempo no era tan malo como técnica.

Preguntarme para que lo hago, es reconocer desde un vistazo a mi interior que tengo la convicción de que se puede la modificar el concepto frío y anticuado de qué es un maestro. Y no porque yo me considere ese maestro ideal que para mi debe ser, sino porque se necesita reconocer que algo debe ser modificado.

Esa es mi intención principal de estar inscrito en este curso, espero aprender aquí nuevas estrategias que me ayuden primero a reconocer algunas formas de trabajo de mi actuar como maestro para después enriquecer mi desempeño docente.

Pienso que la educación en México merece una revisión profunda y a fondo, encontrar nuevos senderos de aprendizaje que se integren al andamiaje de los cambios tecnológicos y sociales que estamos viviendo, que relacionen nuestros problemas como nación y región con los conocimientos que estamos adquiriendo en el interior de las aulas. Ese es el fin que debemos perseguir quienes estamos involucrados en el complejo proceso de enseñanza – aprendizaje de nuestra juventud.

Los saberes de mis estudiantes

LOS SABERES DE MIS ESTUDIANTES

Es increíble pero en una ocasión en que estaba dando un curso a compañeros maestros pregunté quienes tenían un correo electrónico y menos de la mitad levantaron la mano de los cuales muchos solo lo habían creado alguna vez pero ya no recordaban ni su contraseña ni como entrar.
A diferencia de la respuesta en mis alumnos cuando hago la misma pregunta con el fin de que ellos puedan enviarme alguna tarea, son algunos dos o tres de cada 30 alumnos los que aceptan tener dificultades para usar un correo o bien adjuntar archivos y demás actividades propias de este servicio.
En general los problemas mas marcados se dan en la especialidad de ‘técnico en automotriz’ del plantel conalep donde laboro, dado que la gran parte de ellos trabajan en algún taller y la mayoría del tiempo en la escuela lo destinan a las prácticas en sus materias, lo que toman de excusa para no tener contacto con una computadora o carecer de habilidades para interrelacionarse por medio del Internet.
En general lo que un adolescente del conalep donde trabajo puede hacer es intercambiar música, publicar en blogs, you tube, tener sus propios sitios de Hi5, metroflog, Radiusm, etc, así como usar el chat para conversar largas horas con sus amigos.
Sin embargo, sin ánimos de ser muy analítico me di cuenta que gastan casi todo el tiempo que están en casa ‘pegados’ a su ‘máquina’ realizando cualquiera de esas actividades. Y a pesar de estar tanto tiempo ante una computadora, los trabajos son muchas veces, de mala calidad. A decir de mis estudiantes ‘da güeba’ dejar lo que les gusta hacer para empezar una tarea. Estar platicando a través de la red es ‘mas chido’ que investigar o estudiar del cuaderno.
De ahí que platicando con ellos surgió la idea de usar el Messenger para hablar de la clase.
En una primera vez a manera de prueba, me enlacé con ellos en una ocasión en que no les había comentado que iba a estar ‘on line’, primero se sorprendieron encontrarme ‘conectado’ y después uno me enlazó a otro y a otro y a otro y al cabo de media hora estábamos participando cinco de esa conversación remota. Entre que hablamos de actividades personales, y cuando presentí que era el momento adecuado, metí el tema de la clase y de ahí de pronto empezamos a intercambiar ligas que relacionaban temas interesantes, hasta me pasaron un link donde hablaban de los mineros muertos en Pasta de Conchos. Y todo porque estábamos habando del tema de ‘probabilidad relativa’. Admito que todos aprendimos mucho de todos.
Acordamos entonces tener mas ‘encuentros’ como ese en donde todos aprendíamos de manera real, los temas de clase.
Reorganizando lo que se puede usar en Internet, tengo el firme propósito de formar equipos en donde se encuentre por lo menos un integrante que domine mas o menos bien el tema y que sirva para iniciar y conducir la conversación de tal forma que se pueda establecer un chat donde todos opinen sobre el mismo tema. Desafortunadamente carecemos de una plataforma como Moodle, pero si puede aprovecharse aunque con vicisitudes el uso del Internet.
Desafortunadamente el semestre ha concluido y no es posible darle continuidad a lo que había iniciado, pero estoy seguro que habrá buenos resultados con el semestre que está por iniciar.

TIPOS DE USOS DE INTERNET

Competencias docentes para la Educación Media Superior
Andamio cognitivo. Tipos de uso de Internet

Como reservorio, es decir para obtener: información, música, fotos, video.
Como espacio social de acción individual y colectiva, es decir, como espacio de comunicación para hacer cosas como: buscar, crear, producir, compartir colaborar, comprar, vender, obtener asistencia técnica y profesional

Como maestros solemos quejarnos de las desventajas del uso del Internet como fuente de investigación para nuestros estudiantes. Y decimos la mayoría de las veces que es porque nuestros alumnos no saben usarlo adecuadamente. A lo que opino lo mismo, sin embargo pocas veces continuamos con la reflexión al punto de concluir en preguntarnos quien puede entonces enseñar a usar correctamente el Internet con fins de investigación. La respuesta es clara: Nosotros sus maestros. Pero para eso debemos y tenemos que involucrarnos de esos ‘ambientes nuevos’.
Una ruta muy usada de un estudiante que empieza a buscar algo en Internet es: primero consulta en Google los sitios que pueden serle útiles, y casi siempre selecciona la primer página sin cerciorarse si corresponde a lo que le interesa. Si abre la página y ésta menciona algo sobre lo que busca, selecciona la cantidad de contenido tratando de dar una apariencia mas o menos de que hizo un gran esfuerzo (confundiendo cantidad por calidad) y lo manda a impresión. Si no encuentra algo mas o menos extenso consulta len Wikipedia o bien algún sitio que ya tiene definido con anterioridad como ‘el rincon del vago.com’ y lo manda a impresión.
También es común visitar youtube y otros sitios muy visitados por los jóvenes. Es importante conducir a nuestros estudiantes en la investigación de cualquier tema, dándole a conocer nuevos y mejores sitios que relacionen lo que busca con otros usuarios de la red. Para eso la importancia de publicar como maestros buenos materiales y contenidos así como divulgar links de interés para ellos.

Como espacio social de acción individual y colectiva, es decir, como espacio de comunicación para hacer cosas como: buscar, crear, producir, compartir colaborar, comprar, vender, obtener asistencia técnica y profesional
Seguramente no hace mucho tiempo que escuchamos el término ‘metroflog’ y muy probablemente fue por medio de uno de nuestros estudiantes.
El metroflog, el Messenger, los blogs, foros y mas, son las nuevas formas de diversión de los estudiantes en la actualidad.
Me he dado a la tarea de analizar que hacen nuestros jóvenes y fue gran sorpresa la mía descubrir que ‘las maquinitas’ donde los jóvenes (por lo menos los de mi época) pasaban mucho tiempo conviviendo han empezado a oxidarse. Los videojuegos de casa, las descargas de películas, de música y otros medios de diversión de Internet son cada vez mas usuales.
La convivencia hoy en día se da desde casa, lo mismo se conocen nuevas personas, se intercambian fotos, se entregan postales de felicitación, se compra, se vende y todo lo que un joven pueda necesitar.
Como adultos nos toca la enorme responsabilidad de guiar y cuidar este tipo de interrelaciones. Grave sería tomas una actitud de control y autoritarismo; debemos aceptar estos nuevos estilos de comunicación pero haciendo hincapié en las formas correctas de expresión y comunicación. Por ejemplo en la conversación “ k px, io tmb kiero salir” (que pedo, yo también quiero salir).
Desde que vemos acercarse hacia nosotros a un joven que porte su notebook en ves de su ‘libreta’ si no estamos actualizados, es momento para huir.